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El Ministerio incluye las lagunas de Cabezo Beaza en un inventario nacional de humedales

Estos embalses situados en la depuradora que gestiona Hidrogea son espacios vitales para la biodiversidad de la zona y para mitigar el cambio climático

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Las lagunas del Cabezo Beaza ya están registradas oficialmente en el Inventario Nacional de Zonas Húmedas que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica, dentro del listado de humedales protegidos en nuestra Región, que consta de 53 espacios catalogados.

Estos humedales, que están situados en la planta que gestiona Hidrogea en Cartagena y se abastecen de las aguas depuradas provenientes de la ciudad portuaria, se han convertido en un espacio vital para la biodiversidad, en concreto para numerosas aves protegidas o en peligro de extinción.

En el listado que ha hecho público el Ministerio se incluyen lagunas, salinas, embalses, saladares, arrozales, ríos, charcas y playas, todos de una importancia excepcional para la supervivencia de aves acuáticas, peces y anfibios, así como para aliviar los efectos del cambio climático.

Con una capacidad total de almacenamiento de 1,5 Hm3 de agua, las balsas de Cabezo Beaza cumplen los requisitos para tener la categoría de humedal, ya que contribuyen a paliar la sequía y absorben CO2.

Hidrogea y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) llevan años trabajando coordinados para conservar el entorno de las lagunas y adaptarlo a las necesidades de numerosas especies, que encuentran allí alimento, refugio y sitio de reproducción.

ANSE lleva el control de las más de 30 especies de aves que tienen su hábitat en las lagunas, entre las que destaca la malvasía cabeciblanca, una especie de pato en peligro de extinción que recientemente ha conseguido reproducirse, gracias a las islas flotantes instaladas por los técnicos de esta Asociación.

A partir de la inscripción de las lagunas en el inventario nacional se espera un mayor control de su mantenimiento e incluso, una mayor protección ante posibles actuaciones que amenacen su conservación. Es un paso más para el reconocimiento de su valor como ecosistema de gran relevancia para el medio ambiente.